Mamón

El mamón es un fruto tropical de la familia Caricaceae, ampliamente cultivado en regiones de clima cálido y húmedo.

La planta se desarrolla mejor a temperaturas entre 22 °C y 30 °C, con lluvias bien distribuidas a lo largo del año y suelos bien drenados, profundos y ricos en materia orgánica, con un pH entre 5,5 y 6,7. El cultivo requiere áreas libres de encharcamientos, ya que el papayo es sensible al exceso de agua en las raíces.

La propagación se realiza mediante semillas, con selección de plantas femeninas y hermafroditas para la producción comercial. El ciclo es semiperenne y la cosecha puede comenzar entre 6 y 10 meses después de la siembra, con una producción continua de hasta 2 años.

Entre los principales retos del cultivo se encuentran enfermedades como el virus del mosaico (papaya ringspot virus) y hongos del suelo, además de plagas como ácaros, moscas de la fruta y trips. El manejo adecuado incluye fertilización equilibrada, riego regular, control fitosanitario y conducción de la planta.

La papaya es muy apreciada por su sabor y valor nutricional, ya que es rica en vitamina C, vitamina A, potasio y papaína, una enzima con propiedades digestivas.