Okra

La okra es una hortaliza frutal de la familia de las malváceas que se cultiva ampliamente en regiones tropicales y subtropicales. Tiene una buena adaptabilidad climática, prefiriendo temperaturas entre 25 °C y 30 °C, pleno sol y un clima cálido y húmedo.

La planta crece mejor en suelos bien drenados, fértiles y ligeros, ricos en materia orgánica, con un pH entre 5,5 y 6,8. La siembra se realiza directamente en el suelo y el ciclo de producción varía de 60 a 100 días, con cosechas frecuentes para mantener la calidad de la fruta.

Los frutos deben recolectarse cuando aún son jóvenes y tiernos, normalmente entre 3 y 5 días después de la floración, para evitar la fibrosidad. El cultivo requiere un riego regular y el control de plagas y enfermedades como pulgones, ácaros y manchas foliares.