Portainjerto

El uso de portainjertos, principalmente en el cultivo de tomate, se ha vuelto muy popular. Este recurso, además de proteger la planta contra enfermedades del suelo, aumenta su vigor y productividad.

El método de injerto, técnica que utiliza portainjertos, consiste en la fusión de tejidos de dos variedades: injerto (caballo), segmento que produce el tallo, hojas y frutos, y el portainjerto (cavalo), segmento que ofrece soporte a la planta, contribuyendo a la absorción de agua, nutrientes y adaptación a las condiciones del suelo.

La tecnología de portainjertos puede ser utilizada cuando factores como el cambio climático y la incidencia de plagas pueden causar daños en la productividad del campo. Existen dos tipos de portainjertos, el vegetativo y el generativo. El vegetativo es más adecuado en invernaderos, ya que tiene más resistencia y un ciclo productivo más largo. En cambio, el generativo es más indicado para el campo abierto, proporcionando una mayor estabilización de la planta frente a condiciones adversas del día a día.